Crónica O Son Do Camiño 2024.

La quinta edición del festival celebrado en Santiago de Compostela ha vuelto a ser un éxito de público.

07/06/2024 Paloma Fernández / Diego Añon
El pasado 30, 31 de mayo y 1 de junio, se celebró en Santiago de Compostela la quinta edición de O Son Do Camiño, el mayor festival de Galiza, por lo menos a nivel de música pop, indie, ya que si pensamos en otro tipo de sonidos como puede ser el metal, tenemos el Resurrección Fest que no es más pequeño, o si pensamos en música folk tenemos el Festival do Mundo Celta que no se queda atrás, en comparación como los antes mencionados.
Una nueva edición de O Son Do Camiño que ha vuelto a ser un éxito de público, alcanzando las 43 mil personas el jueves y sábado, y casi 40 mil el viernes, lo que viene siendo todo un SOLD OUT. Ahora me gustaría saber las cuentas globales y reales del festival, aunque solo sea para saber cuánto nos cuesta a cada Galego de nuestros impuestos, pero esto ya sabemos que es algo más que imposible de averiguar.
En lo referente al festival, podemos decir que sigue la línea comenzada en 2023, con los escenarios “gemelos”, lo que viene siendo que están uno al lado del otro y son del mismo tamaño. Esto, como todo, tiene su parte positiva y su parte negativa, en lo positivo, puedes ver todos los conciertos sin solapes entre ellos y sin casi moverse del sitio. En el aspecto negativo, muchos de los asistentes más jóvenes (alguno no tanto) cuya única pretensión era ver al “artista” de turno que tocaba sobre las 21:00, llegaban a primera hora, ocupaban las partes más cercanas al escenario, y estando sentados en el suelo o dándole la espalda al escenario, no se movían e impedían que cualquiera que quisiera disfrutar de otro concierto, pudiese hacerlo con un poco de cercanía al escenario. Pero realmente nosotros nos decantamos por los escenarios gemelos, ayudan más de lo que perjudican.
La zona gastro continuaba en la parte inferior del Monte Do Gozo, detrás de los escenarios y aunque contaba con una amplía oferta gastronómica, la demanda del público era prácticamente inexistente. El poder ingresar al recinto del festival con comida del exterior está significando la lenta (aunque no tan lenta) muerte del sistema foodtruck. Ojo!!! No es que nos parezca mal, todo lo contrario, estamos totalmente a favor de poder entrar con comida, de la misma manera que consideramos que el acceso con la bebida que a uno le dé la gana también debería estar permitido. Habrá el típico listillo que dirá que no puede ser, que hay que consumir en las barras del festival, que todo lo que ofrece el festi cuesta un dinero, etc, etc, a ese decirle, este y otros muchos festivales reciben una ingente cantidad de euros de subvenciones públicas (rara vez se hace público el importe, lo que deja entrever que son cantidades indecentes) con lo cual ya estas pagando parte del festival, a mayores también compras tu entrada, que sus buenos euros cuestan, por lo que no ser “atracado” en las barras del promotor, tampoco sería algo tan malo.
En la parte superior del Monte Do Gozo se ubicaba el escenario de los Dj´s, en el cual también tenía algo de oferta gastronómica. Una amplia zona de esparcimiento, descanso y baile con algunos de los mejores Dj´s del panorama actual. Es de agradecer que tanto la zona “techno” como la zona gastro, cuenten con amplios espacios, y zonas verdes en las que poder sentarse a descansar un poco.
En esta edición de O Son Do Camiño hemos gozado de una climatología bastante variable y traicionera, Atención!!! aunque diga esto, no quiere decir que lloviera, más bien todo lo contrario, durante el día hemos disfrutado de un solazo realmente maravilloso, pero a medida que caía la tarde, se levantó cada día un fuerte viento del norte que provocaba un descenso brutal del termómetro, y lo que es peor, unas rachas de viento lo bastante fuertes como para hacer que la música que salía del escenario por momentos, casi ni se escuchara. Aún así, hemos podido disfrutar de buen tiempo, lo cual ayuda mucho para disfrutar gratamente de todo el festival.
En el aspecto barras y casetas de recargas de pulseras, pues la verdad un poco peor que en ediciones pasadas. Teniendo en cuenta que más o menos el aforo es el mismo que en años anteriores, en esta ocasión, se generaban colas algo molestas tanto en las barras como en las cajas de recarga de pulseras. En los momentos pico, podías pasarte más de 15 minutos esperando en una cola para recargar y tranquilamente 20-30 minutos en la barra para pedir una consumición, pero como he dicho anteriormente solo en los momentos “pico”, la norma habitual ha sido no demorarse demasiado, lo cual es de agradecer, viendo cómo gestionan eso otros grandes festivales.
En el aspecto de instalaciones de aseo, al igual que en anteriores ediciones, baños que cubren la demanda sin colas ni grandes demoras, y en un estado más que aceptable, teniendo en cuenta que lo usaban casi 40 mil personas de seguido.
En el aspecto meramente musical, como no podía ser de otra forma, O Son Do Camiño 2024 ha sido un total éxito. En la jornada del Jueves, Arde Bogotá cumplió con creces, aunque en nuestra opinión no ha sido el mejor concierto que hemos visto de ellos. J Balvin, personalmente ha sido algo lamentable. La puesta en escena muy bien, mucha pantalla, mucho audiovisual, algún bailarín, y ni un mísero músico, y en esto me pregunto yo ¿Cuándo hemos cambiado músicos por bailarines y pantallas, y hemos decidido seguirlo llamando concierto?
Green Day, que obviamente eran las grandes estrellas del cartel, pero no solo para la jornada del jueves, sino para todo el festival, cumplieron más que de sobra. Quizás fueron la banda a la que más perjudicaron las fuertes rachas de viento, nosotros que estábamos hacia un lateral, no de frente al escenario, por momentos no conseguimos oír la música, ya que el viento barría todo el sonido. Aún así, fué un concierto memorable, en el que Green Day visitaron los que quizás sean su discos de más éxito “Dookie” y “American idiot”.
Aparte de los conciertos de estos 3 artistas, desde NoSoloEsRuido destacamos el pedazo concierto que se marcaron The Interrupters, una banda a la cúal nunca habíamos visto en directo y fué una auténtica gozada.
La jornada del viernes contaba con un cuarto cabeza de cartel, uno más que el jueves. La Oreja de Van Gogh que en este 2024 está de gira revisitando todos sus grandes éxitos. Nunca hemos sido unos grandes fans de la banda Donostiarra, pero sería mentir no reconocer que quizás fué el concierto en el que más gente cantó de principio a fin todas y cada una de las canciones. Sin darme cuenta, llegó un momento en el que hasta yo estaba con los brazos en alto cantando a grito pelado. No descubrimos nada si decimos que a todos los que vamos cumpliendo una edad, un concierto revival nos gusta más que a un niño un caramelo.
Love Of Lesbian llegaron para tocar gran parte de su repertorio más reconocible, ya que por ahora solo conocemos 2 canciones de lo que será su próximo trabajo, y en O Son Do Camiño solo tocaron la publicada junto a Rigoberta Bandini. Fue un concierto que podríamos catalogar como aceptable y poco más, no fué el mejor día de Santi Balmes y los suyos.
Llegó el momento del J Balvin del viernes, lo que viene siendo Myke Towers, me remito a todo lo comentado sobre estos artistas en la jornada del jueves.
Y el gran momento del viernes para los “Yayos” llegó, y para mi sorpresa, en el frente del escenario estábamos muchos “yayos”, pero no éramos mayoría ni de lejos, comenzaban Pet Shop Boys. Lo primero que pensé fué “todos estos chavales se están guardando el sitio para Natos y Waor”. Cuando comenzaron los primeros acordes, y después a lo largo de todo el concierto pude darme cuenta de lo equivocado que estaba, toda esa gente más joven (y en muchos casos veinteañeros siendo generoso) no solo conocían casi todas las canciones de los Pet Shop Boys, sino que las coreaban y bailaban como si estuvieran delante de cualquier otra estrella del momento. Quizás el mejor resumen del concierto sea: elegancia, estilo, electrónica y una puesta en escena con mucho audiovisual, pero que no eclipsaba ni distraía en ningún momento lo realmente importante, la música. Personalmente sin ser la banda que más nos gusta del cartel, fue el concierto que más nos gustó.
Natos y Waor se subieron al escenario, pero realmente estuvieron muy poco tiempo ellos solos, ya que a las pocas canciones, apareció sobre el escenario Recycled J (que había dado uno de los conciertos de apertura de la jornada) y comenzaron a sonar prácticamente todos los temas de la banda que en su momento tuvieron los 3 juntos, Hijos de la Ruina. Sin ser un gran fan del Rap os puedo contar que un concierto de Natos y Waor siempre es un gran concierto, un buen show.
Al margen de estos “grandes” nombres, destacar los conciertos tanto de Marilia Monzón como el de Judeline, dos artistas que nos encantan, que quizás estos macro festivales no son el escenario donde más lucen, pero aún así siempre suenan a las mil maravillas.
He de reconocer que la jornada del sábado fué la única que presenciamos de principio a fin, desde el primer acorde del primer grupo, hasta que Wade finalizó su sesión. El motivo, muy sencillo, las dos bandas que más ganas tenía de ver sobre el escenario de O Son Do Camiño eran New Wave Kill y Carlos Ares. A las dos ya os las hemos presentado tanto en nuestro podcast de Novedades Semanales, como en nuestra web.
New Wave Kill son una de las últimas bandas que el sello Esmerarte ha incorporado a su rooster, se mueven entre el post punk y el neo folk, o eso es como los definen, nosotros preferimos decir que simplemente hacen música. Una música que quizás suene algo “oscura” que recuerda un poco a los sonidos y la estética ochentera de Manchester. Su sonido y sus temas no son de lo que más se estila hoy en día, pero apuntad su nombre en vuestras agendas, porque son una banda que va a dar mucho que hablar en un futuro no muy lejano.
El artista originario de A Coruña, Carlos Ares, llegó a O Son Do Camiño estrenando su último álbum “Peregrino”, un disco un poco folk, un poco pop, un poco estilo cantautor, pero una auténtica maravilla de álbum. Carlos Ares desgranó los temas de su “Peregrino”, llenando o Monte Do Gozo de dulzura y exquisitez sonora, y no quiso olvidarse de recordar, que aún siendo oriundo de A Coruña, era la primera vez que tocaba en Galiza en los últimos 7-8 años. Esto deja bien a las claras que nadie es profeta en su tierra. Al igual que con New Wave Kill, os recomiendo apuntar su nombre en vuestras agendas, y si aún no habéis escuchado su último trabajo “Peregrino” os animo a que lo hagáis más pronto que tarde, ya que descubriréis a un artista diferente y que tiene mucho que contar.
Tras ellos llegó el concierto más bochornoso al que he tenido el dudoso honor de asistir, una tal BB Trickz, que ni canta, ni baila, ni rapea, ni ná de ná, prefiero no decir nada más. Fue absolutamente bochornoso.
Baiuca lleva siendo desde hace ya un buen puñado de años, uno de los artistas Galegos con mayor proyección nacional e internacional. Con un sonido que parte de la música tradicional galega, mezclado con bases electrónicas, Baiuca pone sobre el escenario los mejores sonidos del mundo tradicional con el mundo “actual”.
Ana Mena puso sobre el escenario algo muy parecido a lo que había hecho Aitana en la edición anterior, y que viendo la congregación de público que se juntó en su concierto, pues debe ser muy bueno. Personalmente no me gusta nada de lo que hace, pero eso es cosa y problema mío.
Tom Odell se marcó un concierto de 10, pero personalmente no creo que el horario en el que actuó, las 20:20, ni quien actuó antes ni quien actuó después, sean los mejores compañeros de viaje, y eso a mi parecer, deslució la propuesta que este artista plasma sobre el escenario.
También sobre el escenario estuvo Melendi, que como cabía esperar congregó a una cantidad de público ansioso de cantar a viva voz cada uno de las canciones que iban sonando, ya que está en su gira de “20 años sin noticias” donde volvió a transportar a todo el público a sus años juventud interpretando casi todos sus los clásico que llevamos cantando toda la vida.
Thirty Seconds To Mars, aunque me cueste más de un palo lo voy a decir, son una banda con más nombre y estética que música. Un sonido que navega entre aguas por momentos de Muse, por momentos de U2, musicalmente se dejan escuchar, pero sin más. Las anécdotas del concierto, pues más o menos lo de siempre, Jared Leto trepó por el escenario, encaramándose a la parte superior del mismo, sin ninguna medida de seguridad, y finalizando el concierto subió a una cantidad ingente de público a saltar y bailar con él, eso sí, con los miembros de seguridad entrando a cada momento al escenario para evitar que toda esa gente que subió a bailar con él, se pudiesen acercar al músico.
Rels B, pues a medio camino entre el reggaeton y los sonidos latinos más clásicos, dió un concierto de lo más aceptable y soportable, cosa que me sorprendió porque además de no haberlo escuchado nunca con anterioridad, todo lo que tiene que ver con el reggaeton me genera aversión. Al igual que me sucedió hace unos años con Maluma, tras verlo en concierto, tengo claro que seguramente no escucharé su música en spotify y no comprare sus discos, pero si tengo que asistir a algún concierto de él, lo haré a sabiendas de que será un buen concierto, en el que además seguramente acabé bailando.
Cerró el festival o Son Do Camiño el Dj Wade, uno de los grandes Dj en el panorama internacional. Techno, house, electrónica de lo más duro, pero aún así una sesión de algo más de una hora que se nos hizo corta. Ha sido una gozada poder cerrar esta edición de O Son Do Camiño bailando como si tuviese 20 años.
Para finalizar comentar que, como dije al principio, O Son Do Camiño 2024 ha sido un absoluto éxito de público.
A nivel organizativo, teniendo en cuenta las dimensiones del festival, también ha sido un gran éxito. A nivel musical, yo sigo sin entender estas configuraciones de cartel, pero viendo la respuesta del público en general, también ha sido un éxito. A nivel comodidad y posibilidad de disfrutar con cierto confort, como casi todo lo que organizan Bring The Noise y Esmerarte, ha sido otro éxito.
Por nuestra parte, tras otra edición de O Son Do Camiño, recomendaros este festival si os gustan los grandes macro festivales.
Agradecer a la organización, Bring The Noise y Esmerarte, el trato que hemos recibido y todas la facilidades que nos dan a la prensa para poder realizar nuestro trabajo (pocos o muy pocos macro festivales nos facilitan tanto el trabajo). Agradecer a todos los trabajadores del festival, camareros, seguridad, gente de prensa, cajeros, limpieza, etc, el trato exquisito que nos brindan tanto a los otros que estamos trabajando, como a todo el público asistente.

Y para finalizar NOS VEMOS EN 2025!!!